La realidad de la Vida Consagrada precisa ser contada y darse a conocer.
La mayoría de los jóvenes de hoy en día (y a veces también los no tan jóvenes) desconocen casi por completo este "especial modo de vida".
Dar a conocer el porqué de esta vocación, el cómo y... también el qué hacen, es justo y nesario, ya que lo que no se conoce no se puede desear, no se puede amar, no se puede buscar.